Cuando realizamos una travesía de montaña  o ascendemos a una cumbre  a veces nos vemos obligados a superar secciones y pasos aéreos,  peligrosos y expuestos. La progresión por crestas y aristas o terrenos escarpados, superar un resalte vertical tanto en ascenso como en descenso y en tantas otras situaciones, es cuando tenemos que poner toda nuestra atención y lo mejor de nosotros para  salvar la dificultad con la máxima garantía posible de seguridad. Aún extremando las precauciones podríamos tener una caída con consecuencias fatales sin no usamos una cuerda como sistema de retención.

En innumerable ocasiones afrontando riesgos innecesarios por no utilizar una cuerda o hacerlo de manera errónea.

Como montañeros, la cuerda es una herramienta imprescindible que debe formar parte siempre de nuestro equipo. La cuerda nos ayudará a minimizar el riesgo y a superar los pasos más comprometidos y nos trasmitirá la confianza necesaria para hacerlo de forma más fluida y rápida.

El buen criterio del empleo y uso de la cuerda marcará la diferencia entre lo peligroso y lo seguro. 

Si te gusta la montaña y quieres disfrutar de manera segura en tus salidas esta formación te resultará de mucha utilidad.

 La cuerda será nuestra mejor compañera y nos ayudará a superar las dificultades de forma más segura ofreciéndonos la seguridad siempre necesaria en la montaña.

Objetivos: Adquirir los conocimientos básicos y fundamentales para progresar con seguridad por terrenos expuesto de montaña: Aristas, crestas, terrenos escarpados, trepadas, secciones verticales y aéreas...

Contenidos:

• Equipo y material
• Cabuyería
• Técnica gestual de progresión. (Terrenos escarpados)
• Montaje de Rapel
• Reuniones equipadas y de fortuna
• Elección de emplazamientos de seguros
• Progresión fraccionada y continua
• Pasamanos recuperable, fijo y tensionado
• Aseguramiento de fortuna
• Descuelgues improvisados
• Elección de Itinerarios
• Gestión del Riesgo

Tenemos que tener muy claro y no olvidar que la práctica de cualquier deporte de montaña no está exenta de riesgo. Por  esto es de vital importancia, para el buen desarrollo de la actividad, que el deportista cuente con una buena formación y que reúna los conocimientos técnicos necesarios para practicar su deporte de montaña elegido, este caso la escalada:

·        Aprender las técnicas de progresión adecuadas para cada momento y situación.  

·        Conocer muy bien las herramientas con las que contamos.    

·        Utilizar el material adaptándolo correctamente a cada técnica y maniobra.

·        Ser buenos conocedores del medio en el que nos movemos.

·        Saber valorar objetivamente los posibles peligros. 

·        Gestionar el riesgo de forma objetiva.  

·        Planificar eficazmente cada salida.

Si tenemos en cuanta todo esto nos fortalecerá como deportista de montaña. Nos hará disfrutar en nuestra actividad con la máxima  autonomía posible, lo más importante, minimizaremos los riegos y los peligros que se puedan darse durante el transcurso de la actividad. No sólo en nuestro beneficio sino también en el de los demás